Aunque hace un tiempo que la página ya está en marcha y visible, ha sido hoy cuando me he animado a añadir una entrada inaugurando el blog. Por el momento la excusa de tenerlo es para poder escribir sobre proyectos que me vengan a la mente y todo eso. 

Como he comentado en otra sección, este proyecto nace de dos hobbies (fotografía y videojuegos) que en algún punto se cruzaron para formar un concepto novedoso, pero extraño, es decir, ¿realmente se pueden aplicar los principios de la fotografía a los videojuegos?, y en caso de ser posible, ¿causará las mismas sensaciones que su homólogo físico?, yo me atrevo a decir que sí (al menos en la primera interrogante). Según mi experiencia con los videojuegos (que no es poca) y mi insaciable curiosidad, he ganado conocimiento sobre diversos elementos que intervienen a la hora de armar un videojuego. Explicándolo de manera rápida, estas piezas de software se componen en su gran mayoría de lo siguiente: un guion (en los juegos de un solo jugador), efectos visuales y sonoros, elementos gráficos (personajes, escenarios, etc.), mecánicas de juego atractivas y todo el código que haga falta para que todo lo anterior mencionado funcione.

El que se encarga (aparte de los seres humanos implicados) de que todo encaje y se ejecute con precisión milimétrica es el motor, que no deja de ser otro software mucho más potente y con un kit de herramientas bastante surtido. Uno de los elementos con los que cuenta el motor es la cámara, y tiene la misma finalidad que su versión física: filmar y proyectar imágenes en movimiento para poderlas visualizar. Con interés y un poco de ensayo-error, podemos lograr tomar el control de la cámara de un videojuego para poder enfocarla hacia zonas que quizá no teníamos un buen ángulo o para descubrir algún detalle aparentemente escondido. Si además también tenemos paciencia para ponernos a observar detenidamente a nuestro alrededor virtual, seguramente podremos apreciar comportamientos y rutinas de los NPC (Non Playable Characters o personajes no jugadores) de lo más variado y que dan para foto. 

Me gustaría terminar la entrada poniendo a algunos referentes míos en cuanto a esta práctica se refiere como por ejemplo Joshua Taylor, Duncan Harris o Roc Herms, personas que en algún momento se toparon con estos mundos virtuales contenidos en máquinas físicas, cada uno con su mirada crítica y artística intentando explicar con imágenes qué veían ellos en sus incursiones por dichos mundos y de las que nos dejan ser testigos.